A lo largo de 200 años, la capital de Aruba ha evolucionado desde una modesta aldea costera hasta convertirse en una vibrante ciudad que combina historia y modernidad, todo bajo el cálido sol del Caribe. Hoy, Oranjestad celebra este notable aniversario con una serie de eventos y actividades que resaltan su rica herencia cultural y arquitectónica, invitando al mundo, especialmente a los viajeros chilenos, a descubrir su legado.
Una historia forjada en oro y cultura
El nombre de Oranjestad no es casualidad. Bautizada en honor a Guillermo de Orange, el primer rey neerlandés de la Casa de Orange, la ciudad comenzó su desarrollo en torno al Fuerte Zoutman, construido a finales del siglo XVIII. Este fuerte, junto con la icónica Torre Willem III, ha sido testigo del crecimiento de la ciudad, especialmente tras el descubrimiento de oro en 1824, que atrajo a comerciantes y aventureros de todas partes.
Un paseo por el pasado
Hoy, Oranjestad es un crisol donde el pasado colonial se entrelaza con el presente. Sus calles, como Nassaustraat y Wilhelminastraat, no solo son arterias vitales que conectaron el puerto con las minas de oro, sino también testigos del auge de la ciudad. Un recorrido por sus 200 años de historia debe incluir paradas obligatorias en edificios emblemáticos como el Edificio Eloy Arends, de estilo neobarroco, y el Hotel Colombia, construido en 1918, que evocan épocas de esplendor y elegancia.
Una ciudad para explorar y celebrar
El bicentenario de Oranjestad no es solo una celebración local, sino una invitación abierta al mundo. La ciudad ofrece una experiencia única donde la historia se puede palpar en cada esquina. Desde la majestuosa Casa Rosada hasta el complejo Ecury, sede del Museo Arqueológico, los visitantes pueden sumergirse en un viaje arquitectónico y cultural que narra la evolución de esta joya caribeña.
Un destino para redescubrir
Oranjestad no es solo una ciudad para visitar; es un lugar para vivir la historia, donde cada edificio y cada calle cuenta una historia que ha sido cincelada por el tiempo y las manos de quienes han hecho de esta isla un destino único. Con eventos y festividades que conmemoran sus 200 años, este es el momento perfecto para que los chilenos descubran una cara diferente del Caribe, donde el sol, la playa y la historia se encuentran en perfecta armonía.